Cuando uno se sumerge en la historia de las cosas siempre quedan algunos agujeros negros entre los datos documentados que suelo rellenar a través de la deducción lógica y, en ocasiones (aunque pocas), se presta al error no solo en la deducción sino también en las fuentes. Yo he buceado en un sinfín de libros y documentos con contenidos parecidos, pero que no rellenan esas oscuridades. En muchas ocasiones me lanzo a la piscina a sabiendas que alguien reparará en algún error o inconveniencia y que hará la observación pertinente que, en mi caso, soy capaz de publicar con objeto de que ganemos todos: el lector que obtendrá una información más veraz y más completa y yo que enriqueceré mi biblioteca con más datos, evidentemente contrastados.
Esto viene a cuento del artículo https://guiapenin.wine/que-fue-vinos-tradicionales-malaga que publiqué el 24 de enero pasado sobre lo que se sabe de un modo más general de los tradicionales vinos de Málaga. En él transmitía mi desencanto del ocaso de sus vinos tradicionales a la vista de la desaparición de bastantes bodegas. Por otro lado, siempre creí que eran dulces, cuando en realidad no todo el monte es orégano, pues también se elaboraban vinos secos.
El autor de la observación no podía ser otro que el inefable Juancho Asenjo, quien me apuntó que, en el momento actual, el paisaje vinícola de Málaga no es tan adverso en lo que respecta a los vinos tradicionales como afirmaba yo en el citado artículo: “Los vinos Málaga hoy, como los grandes vinos de antaño, se elaboran con uva madura, lo que obliga a que un mismo vino pueda proceder de vendimias realizadas en tiempos distintos según altura y orientación de los viñedos. En la actualidad, la economía de la viña está más vinculada a la vinificación que a la obtención de pasas, siendo ésta minoritaria. La región tradicionalmente pasera (Axarquía) hoy se dedica tanto a la producción de vinos como de pasas. El singular sistema de pasificación para obtención de pasas y de vinos existente en esta zona ha merecido, en el año 2018, el reconocimiento de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO”.
Cuando señalé las arbitrarias prácticas mezcladoras del pasado en los vinos de Málaga, Juancho afirma que no solamente Málaga sino también otras zonas como Jerez, Oporto, Madeira, Tokay, Sauternes, Borgoña pasaron por el mismo calvario de producir vinos a medida de los compradores. Vinos con un sinfín de manipulaciones, algunas rayando en el fraude de calidad. Asenjo, con su vena de historiador señala que la falsificación y la imitación fue un problema global, como se puede comprobar en el libro “Elaboración de vinos naturales y artificiales” de Federico P. Alberti (1905 y facsímil de 2005). Todavía hoy en día en terceros países se sufren las consecuencias. De España, los grandes afectados históricamente han sido Jerez y Málaga, la diferencia es que Málaga no se rehízo como las zonas citadas.
Los vinos tradicionales subsisten con otros nombres