El chocolate es un alimento que desata pasiones. Se le atribuyen excelentes cualidades para el organismo, siempre y cuando no se abuse de él y se priorice el consumo del chocolate negro con, al menos, un 65% de pureza.
La industria del chocolate mueve cada año miles de millones de euros. Para que podamos hacernos una idea de lo que genera en el mundo diremos que las 10 principales empresas de confitería facturan más de 67.000 millones de dólares al año, según revela un informe de Candy Industry de 2021.
Hoy hemos querido rendir un pequeño homenaje a este delicioso alimento haciendo hincapié en las diferentes posibilidades que encierra el consumo de chocolate y vino, dos pasiones que pueden traernos reconfortantes momentos. En estas propuestas hemos decidido huir de las combinaciones más clásicas y conocidas, las del vino dulce y chocolate, así que no veremos ningún moscatel, pedro ximénez, malvasía, etc…
Existen diferentes tipos de chocolate, negro, blanco, con leche, rosado y también diferentes formas de trabajarlo y presentarlo, en tableta, crema o mezclado con un sin fin de ingredientes. Cada tipología posee unas cualidades organolépticas diferentes y también texturas diferentes, algo que también debemos tener en cuenta de cara a escoger el vino.
Es habitual que en una cena con amigos lleguemos a los postres todavía con vino en la mesa. O incluso que decidamos pedir una botella expresamente para el dulce. Hoy os presentamos varias propuestas, desde las más elementales y básicas, hasta las más arriesgadas. La relación entre el vino y el chocolate no es nueva y cada vez más gente se reserva un espacio para disfrutar de este manjar con el vino.
¿Cómo combina el chocolate con el vino?
La respuesta es: bien, de no ser así no estaríamos escribiendo este post. Es importante saber qué chocolate vamos a tomar para poder escoger el vino de la forma más efectiva.