El debate está servido: ¿armoniza bien el vino con el queso? Es mucho lo que se ha discutido sobre el tema durante décadas, y es que la famosa expresión de “que no te la den con queso” no deja en muy buen lugar el maridaje de estos dos alimentos, especialmente con el vino tinto.
Los taninos del tinto
Se cuenta que antaño los bodegueros ofrecían siempre una ración de queso a los representantes de vino cuando les daban a catar alguna de sus elaboraciones, especialmente aquellas de inferior calidad o con algún defecto. De esta forma, lograban “engañar” el paladar del comprador, que acababa adquiriendo el vino malo como si fuera de mayor calidad.
Tomar un queso con vino tinto no es siempre una buena combinación, pero hablamos en términos generales. Las proteínas grasas del queso bloquean los aromas del vino tinto y, por su parte, los taninos hacen algo parecido con el sabor del queso. Pero, como en todo, hay excepciones que nos alejan de las explicaciones más matemáticas.
Armonías con queso
No existe un tipo de vino capaz de armonizar bien con todos los quesos, pero sí podemos hacer unas recomendaciones generales que le pueden ayudar a sacar más partido en el maridaje de estos alimentos. El principio básico en el mundo de las armonías siempre es el equilibrio de sabores. Necesitamos que ambos productos se complementen y se potencien el uno al otro. Lo hacemos partiendo de los distintos tipos de quesos más habituales en el mercado.