España y sus burbujas a examen en la Guía Peñín

23 June 2022

Recién hemos terminado de evaluar los vinos de segunda fermentación en botella, el llamado método champenoise, y ya podemos trasladaros una fotografía precisa de lo que acontece con los cavas y el resto de vinos importantes que se embotellan bajo el sello de “Vino Espumoso”; un rango aparentemente menor dentro del amparo legal de categorías del vino, donde reinan los Vinos de Pago y las Denominaciones de Origen. Y decimos aparentemente menor, porque la realidad es bien distinta como podréis comprobar.

Cava, la denominación de origen supraautonómica, cuya identidad gira exclusivamente en los vinos de segunda fermentación en botella, sigue enfrascada en un proceso de cambio a favor de la zonificación y la segmentación sobre el que ciernen ahora ciertas dudas, como os avanzamos en este artículo . En este trascendental momento, debieran esperarse importantes cambios en los vinos. Sin embargo, la realidad ha sido bien diferente.

Este año hemos evaluado 432 vinos con sello Cava que nos han dejado una impresión continuista respecto a años pasados, precisamente en un contexto de cambio a favor de la protección de los vinos cualitativamente más altos: Reservas, Grandes Reservas y vinos de Paraje Calificado. El grueso de vinos de la D.O. siguen obsesionados en centrarse en la búsqueda de vinos ligeros y refrescantes, donde la crianza en muchos casos apenas se deja sentir y pasa a un segundo plano, incluso en categorías como la de Reserva y Gran Reserva, donde los tiempos mínimos de crianza en botella son más altos. Da la sensación de que muchas bodegas buscan llegar al mínimo imprescindible para poder optar al distintivo de Reserva y Gran Reserva, que teóricamente les permitirá optar a un precio de venta más alto, pero muchos se olvidan de que estas categorías han de llegar a un mínimo estilístico que responda a lo que un consumidor entiende por Reserva o Gran Reserva. Es como si comprásemos un tinto Reserva, donde prima toda su juventud.

Muestra de Cavas para la cata de Guía Peñín 2023

Existe un exceso de homogeneidad en torno a los Cavas de gama media, los más voluminosos, lo que hace que las diferencias entre casas elaboradoras sean casi inexistentes y su cata un tanto tediosa.

Los Cavas de Paraje (crianza mínima de 36 meses) apenas representan un 0,004% (2021). Sin embargo, aunque crecen muy lentamente (más de lo que nos gustaría), sí que se están convirtiendo en la punta de lanza de la DO. Muchos de ellos responden a lo que se espera de un Cava de alta calidad. Sus crianzas largas en torno a una uva de calidad, acaban de añadir una mayor paleta de aromas y sabores, al tiempo que la burbuja se hace más cremosa y fina.

Las mayores diferencias estilísticas en muchos de los espumosos del Cava las encontramos en torno a las variedades escogidas para su elaboración, ya sea con el clásico trinomio catalán de macabeo, xarel.lo y parellada, o con el aporte y protagonismo de la chardonnay.

No todas las largas crianzas acaban saliendo bien. Hemos encontrado algunos ejemplos de vinos cuyo vino base no está preparado para este envejecimiento, lo que nos deja vinos cansados y caídos, donde la lía no acaba de trabajar como debiera, dejando en algunos casos sensaciones muy poco placenteras.

10 vinos de Cava, entrarán este año en el Podio de la Guía Peñín, uno más que el pasado año, con la bodega Alta Alella a la cabeza con su vino Alta Alella 10 Brut Nature 2010, un vino que vuelve a presentarse al examen de la Guía por tercer año consecutivo, y en el que no vemos un final próximo. Castell Sant Antoni, Codorníu, Pere Ventura, Juvé & Camps y Agustí Torelló Mata, son las casas que nos dejan el resto de grandes vinos de Podio de este año.

Puedes consultar las últimas catas de Cava realizadas por nuestro equipo pinchando aquí (Solo para usuarios premium).

La singular situación de Cava como Denominación de Origen vinculada a muy diversos territorios, sigue siendo a día de hoy un tema difícil de digerir por los consumidores, habituados a vincular una DO a un único territorio. Seguimos creyendo que el mejor futuro que podría tener la palabra Cava es el de convertirse, más que en una denominación de origen, en una denominación de producto, es decir, que protegiese y vigilase mediante su marchamo de calificación cualquier vino espumoso de 2ª fermentación en botella que se elaborase en cualquier lugar de España.

Los Gigantes del “Vino espumoso”

Aunque acudiendo a la mención de “Vinos Espumosos” ahora bajemos un peldaño en las categorías del vino en España, lo cierto es que llevan ya muchos años siendo la élite de los vinos elaborados bajo el método champenoise. 91 vinos en total, entran en esta categoría, que no deja de ser una especie de cajón desastre donde conviven todo tipo de vinos con burbujas, pero donde reinan indiscutiblemente los más altos productores que en su momento formaron parte del Cava, como Raventós i Blanc, el primero en abandonar el barco en el año 2012 y como muchos de los componentes de Corpinnat, donde se encuentran Gramona, Recaredo, etc…

Gramona se va a convertir nuevamente en el productor de vino espumoso más valorado por la Guía Peñín. Hasta el momento, dos de sus vinos han conseguido las puntuaciones más altas del año en la Guía: Enoteca Gramona 2006 Brut Nature y Gramona Celler Batlle 2012 Brut. Se trata de dos grandes joyas donde se juega con maestría la baza del tiempo, sobre unos vinos que están preparados para aguantarlo con solvencia y donde además esperan de él que les aporte un extra de complejidad.

Manuel Raventós 2011 Brut Nature es otro portento de la naturaleza y la Bodega Nadal nos ha dejado el espumoso de añada con más vejez de la Guía, de 1997, tan espectacular y potente, que nos dejó plantados en nuestras sillas: RNG 20 Magnum 1997 Brut Nature.

Clàssic Penedès

El otro paraguas sobre el que recaen los vinos espumosos es el que se encuentra bajo la protección de la DO Penedès. Clàssic Penedès nació para absorber a todos los productores descontentos de la zona más prestigiosa del Cava, Penedès. Lo que se suponía iba a ser una revolución acabó poco a poco diluyéndose.

Primero por la fata de una identidad propia de sus vinos espumosos, ya que cada bodeguero hacía las más locas pruebas con variedades de todo tipo, y después por la falta de fuerza de marca de este sello Clàssic, una fuerza que pudiese soportar los precios a los que deberían ir estos vinos, que por sus mayores tiempos de crianza son más costosos de producir. Este año encontramos por vez primera dos vinos espumosos con 94 puntos, una excelente noticia para la DO que esperamos sirva de revulsivo. Se trata de El Corral Cremat 2011 Gran Reserva Brut de Albet i Noya y de Finca Els Gorgs 2013 Gran Reserva 2013 de At Roca.

Son tiempos interesantes para las bebidas burbujeantes y en España existe una primera línea de productores que pueden intentar competir con algunos de los mejores espumosos del mundo, guardando una identidad propia y no intentando imitar a los más icónicos champagnes del mundo.