Cata de biodinámicos
El encuentro terminó con una cata dirigida por cada uno de los ponentes de 7 vinos biodinámicos. Asimismo, Lydia y Claude Bourguignon presentaron su vino personal Domaine Laroque 2021, con la incorporación del concepto nigrine, que es una asociación de seis variedades, principalmente de la clásica malbec de Cahors, lugar donde se halla la bodega. El modelo biodinámico está perfectamente identificado en este tinto más cercano al paisaje que a la elaboración, con sensaciones silvestres de frutos rojos de zarzal. Finca Los Hoyales, que describió con precisión el anfitrión de Cruz de Alba Sergio Ávila, un biodinámico moderado con una suma de los casi imperceptibles matices tostados de la crianza y los toques silvestres de la uva. Fenomenal el espumoso de Gramona III Lustros 2015, que la sabiduría y experiencia de Jaume Gramona logra con los más viejos sin perder la finura y frescura a pesar de los 8 años con lías. Me sorprendió el tinto Sasikume de la bodega Bhilar de David Sanpedro y Melanie Hickman, con rasgos muy alejados del convencional rioja y más cerca de los tintos del Jura moderno, pero con 11º de alcohol de los de antes. Lumiere 2022 confirma la audacia de la bodega Muchada-Leclapart de elaborar un blanco de palomino midiendo a la baja la cantidad de sulfuroso, que es todo un arte sin la presencia del rasgo evolucionado tan normal en el cosmos orgánico. El toque centroeuropeo lo dio Jonas Rauschling de Suiza con su vino del mismo nombre de la cosecha 2022. Un blanco de color acerado con sensaciones minerales de piedra seca, fósforo y el arte del entorno germánico de los equilibrios entre el alcohol y la acidez afilada.