¿Podría tratarse de una evolución inconsciente donde se sustituía el garbanzo por la alubia para no guardar un parecido con el plato judío?
El cuscús magrebí y la sopa harira (elaborada a base de carne, tomates y legumbres), influencia de los hispanomusulmanes, varía en ciertos aspectos del cocido tal y como lo conocemos hoy en día, aunque guarda similitudes como el uso de pasta (en nuestro caso, fideos o, en algunas casas, el arroz). Cabe deducir, por tanto, que el antepasado más real del cocido es la olla podrida; una mala traducción del latín “olla poderida”, cuyo verdadero significado es “poderosa”, al hacer alusión a que es un plato que solo los más pudientes podían degustar. De hecho, en Burgos se sigue elaborando un plato hecho a base de judías y cerdo que recibe este mismo nombre, “olla podrida”.
Con toda esta tradición gastronómica, era de esperar que cada región de España personalizase su propia versión del cocido, siempre respetando y defendiendo su propia cultura y tradición. En España podemos encontrar al menos diez recetas distintas de un plato que tiene el mismo origen.
Por ello, hoy haremos un recorrido rápido por el país, hablando de algunos tipos de cocido, pucheros o potes que podemos degustar a lo largo y ancho de la geografía española.
El cocido madrileño y el cocido maragato