Fue una degustación centenaria organizada por las Bodegas Marqués de Riscal. Todo un señuelo para el exigente panel de críticos británico, algunos de cuyos miembros van santificados con el título de Master of Wine. Vinos entre la cosecha 1871, en pleno fragor bélico franco-prusiano, y 1964, coincidiendo con el Nobel concedido a Luther King. Vinos que no se inmutaron después de superar el vaivén aéreo en su trayecto Madrid-Londres y llevados con cuidado durante el viaje y en posición vertical.
Bajo la batuta de Robert Joseph, director del Wine Challenger, el concurso de vinos más reputado del Reino Unido y editor de la revista Wine, se fueron desgranando las cosechas que marcaron época en la historia de Riscal: 1871, 1924, 1945, 1948, 1958 y 1964. Aseguró, de acuerdo con Tim Atkin del The Observer, que fue la mejor degustación de vinos españoles hecha en Inglaterra. Deslumbró a la famosa escritora de libros de vinos y columnista de Financial Times, Jancis Robinson cuando dijo que en su larga vida enológica no recordaba que una bodega con prestigio se hubiera arriesgado a realizar una cata con vinos antiguos fuera de casa. Ramón Pajares estaba fascinado; el director del prestigioso grupo hotelero Savoy nunca vio nada igual en la historia de este hotel.
Nuestro colaborador Víctor de la Serna, conocedor de las antigüedades riscalenses, respondía a las dudas enológicas ibéricas de Jancis, mientras que Steven Spurrier de Decanter, que ya conocía la experiencia en bodega, aún tuvo un momento de emoción para describir nuevas sensaciones en su cuaderno de cata. El inmutable Edmund Penning-Rowsell, el casi mítico y patriarca de los periodistas vinícolas ingleses, repetía y comparaba cada cosecha sumergido en un mar de sensaciones. Bolígrafo en ristre Charles Metcalfe, el columnista más aguerrido de Wine, estaba de acuerdo con Jancis en la complejidad de las añadas del 24, 48, 45 y, sobre todo, la del 64. Para asombro, el de Pat Straker de The Harpper’s, que recibía la noticia de que Riscal era la bodega riojana que más reserva y gran reserva vende del mundo, sobrepasando los tres millones de botellas. Completaron la mesa Auberon Waugh de The Spectator y John Radford, este último prometiendo a partir de hoy ser más devoto con los vinos españoles. También estaban algunos compatriotas de lujo como el embajador español Alberto Aza Arias, el exministro Julián García Valverde y nuestra promotora de la cocina española en la televisión británica, María José Sevilla, que no se quisieron perder el sabor épico del botellero de Riscal.
Las reliquias
Armado con unas tenazas incandescentes, Francisco Hurtado de Amézaga, y con la mirada expectante e inquieta de Luis Miguel Beneyto, máximo responsable de Riscal, fue descabezando las viejas botellas para evitar el lastimero descorche de unos tapones moribundos por el tiempo.