Las Ánimas 2020, la revolución de los jóvenes
Les presentamos nuestro segundo vino revelación Las Animas 2020. La D.O. Cebreros nos sigue sorprendiendo año tras año con nuevas elaboraciones que muestran el gran potencial vitivinícola de esta región que, sorprendentemente, hasta hace 5 años no existía. Hablamos de una época muy reciente en la que sus uvas y vinos apenas tenían valor zonal, o de tenerlo se diluían dentro de los Vinos de la Tierra de Castilla y León, un marchamo tan heterogéneo y amplio como la propia comunidad.
Este proyecto ya nace bajo el paraguas de Cebreros y lo hace “con un pan bajo el brazo” ya que en su primer año se ha posicionado entre los mejores vinos de la zona. Y no es de extrañar, ya que los promotores y “almas mater” de la bodega, Bárbara Requejo y Guzmán Sánchez, son unos auténticos JASP (expresión noventera que significaba jóvenes aunque sobradamente preparados) muy conocedores de la región. La primera, Bárbara, aunque oriunda de la Ribera del Duero, lleva años con la garnacha y el granito entre sus manos, no es baladí que haya estado trabajando en otra bodega de la zona, Soto Manrique, lo que le ha conferido conocimiento y sobre todo maña para sacar todo el potencial posible a cada viñedo. Guzmán por su parte es dueño de uno de los mejores restaurante de la zona, “La Querencia”, por lo que conoce los gustos del consumidor y sabe cómo sacar a relucir los platos que potencien sus vinos y viceversa….
Bárbara Requejo y Guzmán Sánchez de Las Pedreras Viñedos y Vinos
Estos jóvenes emprendedores son todo un valor no sólo para esta región, sino para todas las zonas productoras, pues aportan con su frescura y determinación, un punto de vista que ayuda a fortalecer todas las regiones a las que llegan.
La bodega de Las Pedreras, nombre del proyecto vitivinícola, se asienta en Villanueva de Ávila donde se sitúan los 3 viñedos de la propiedad, con edades que rondan los 80 años, cultivados en vaso y en secano, en el paraje de las Hergüijuelas, situado al Este del pueblo de Villanueva de Ávila, con orientación noreste a 1.070 metros de altitud bajo el pico de Las Pedreras en la Sierra de Gredos. Esta altitud sumada a que los suelos son de granito le permite mantener uvas con bastante acidez, que son la clave y la piedra angular de las “garnachas de Gredos”.
Viñedos de la propiedad en Villanueva de Ávila
La elaboración de esas uvas trabajadas en ecológico es simple y lo menos intervencionista posible, fermentan en tinos pequeños de 1.000kg, usando un 15% de raspón para una complejidad herbal que se suaviza con la crianza en barricas usadas de 500 l. durante 7 meses.
Las Ánimas 2020, cuya añada se puede calificar como excelente en el campo vitícola, reúne todo lo que tiene que tener una garnacha de Gredos de nueva generación, es decir, complejidad, mineralidad y mucha frescura, con el plus añadido de la explosión frutal que muestra en la copa. Su valentía y determinación queda retratada en la misma copa de vino. Cada sorbo muestra el camino para todos aquellos que les gustaría lanzarse a producir vinos de esta región y aún no han encontrado la motivación necesaria para hacerlo.
La nominación de este vino responde al valor que las nuevas hornadas del mundo del vino están aportando a las zonas vitícolas españolas. No es fácil abrirse hueco en el mundo del vino, y la forma que tienen de aproximarse a él, tirando por tierra viejas creencias y afrontando los retos con naturalidad, frescura y determinación, está beneficiando a zonas que como Gredos están empezando un camino de definición de estilo y de diferenciación. Las Ánimas 2020 es la primera cosecha de este vino del que apenas se han elaborado 600 botellas, por lo que habrá que ser rápido si se quiere adquirir un pedacito de la historia moderna de la zona de Gredos.