La syrah es una uva que en España y en muchas partes del mundo ha resuelto algunos desequilibrios en ciertos ensamblajes, de tal modo que hace honor al sobrenombre con el que José Peñín la menciona en uno de sus últimos post, “La syrah nacional, la uva recurrente”.
Muchas bodegas cuentan con esta uva para mezcla, en España ha sido habitual junto a la tempranillo, pero tienen que repensar mucho su uso como univarietal. Para confirmar esta realidad basta ir a la base de datos de Guía Peñín.
Hurgando en la versión digital de la Guía 2021 se pueden contabilizar 163 vinos elaborados solo con la syrah mientras que ensamblada con otras variedades alcanza la cifra de 708 marcas. De los primeros, solo 54 se hallan en la horquilla 90-100 puntos, apenas un tercio, un número verdaderamente bajo para la fama de esta cepa si lo comparamos con los monovarietales de garnacha, monastrell o tempranillo con un número muy superior.
Con respecto a la syrah mezclada con otras cepas, el tramo 90-100 puntos los alcanzan 289 vinos, más de un 40 por ciento de las 708 citados, lo que confirma la mejor disposición de la cepa francesa para acompañar otras uvas.
Si nos vamos a la cúspide de la tabla, es decir, los vinos excepcionales del tramo 95-100 puntos solo ¡una marca! monovarietal de syrah llega a los 95 puntos. Pero lo curioso es que en esta misma horquilla (90-100 = 289 vinos) los syrah de mezcla tampoco abruman por representación, tan solo 4 marcas con 95 y ninguna sobrepasa esta puntuación.
Es como si esta cepa insertada con las demás frenara la escalada hacia 100 de los vinos multivarietales. En todos los casos, la syrah apenas resplandece sin que sus rasgos sean identificables. Prácticamente todos son de potente insolación y alta maduración de los racimos, unos mitigados por la altitud, otros por trabajar correctamente el sombreado con la masa foliar y, lo más curioso en la mayoría de los casos, de viñas cultivadas en suelos arenoso-graníticos.
Hemos seleccionado los 5 vinos monovarietales más puntuados de esta casta en la Guía Peñín 2021. Como se puede apreciar, las diferencias de precios son notorias, desde los 110 euros hasta los 13, algo que nos puede llevar a pensar en la falta de pretensiones y confianza de algunos de sus productores en el impacto y trascendencia que creen pueden llegar a tener estos vinos.