A muchas personas, el momento de probar el vino en un restaurante les aterra. Se ven presionados por una situación de la cual no saben sin saldrán airosos. Se trata de valorar si el vino está en buen estado o no. Todos queremos que el vino esté perfecto pero también queremos evitar el mal trago de trasladar nuestra valoración negativa al sumiller, pensando que éste cuestionará nuestro criterio. Sucede además que la selección del vino es casi de las primeras cosas que hacemos, así que generar una situación incómoda nos hace pensar si afectará al resto de la comida.
Para tranquilizar al lector, diremos que un buen sumiller no se tomará como algo personal que a usted le parezca que el contenido de la botella no está bien. Al contrario, estos profesionales quieren entender perfectamente lo que sucede con el vino en sus dominios, así que debemos ser lo más claros a la hora de exponer nuestra situación. De todas formas, como sabemos que no en todos los restaurantes hay profesionales del vino también les daremos algún consejo para evitar tensar demasiado la situación y conseguir nuestro objetivo.
¿Qué cambios suelen ser los más comunes?
Muchas cartas de vinos, sobre todo en los restaurantes medios, no indican la añada de los vinos. Se trata de un error muy común pero que tiene fácil solución, preguntar la añada antes de pedir. La cosecha de cada referencia es un dato importante, se lo contamos ampliamente en este artículo. No les pedimos que sepan valorar todas las añadas, pero más allá de las añadas míticas o lastimeras tenemos que fijarnos bien en su año de vendimia. Por ejemplo, para la gran mayoría de rosados que podemos encontrar en hostelería, el consumo debe ser en la cosecha en curso. Es decir, si pidiésemos hoy un vino rosado deberíamos consumirlo del año 2020, y no 2019 o inferior. Por desgracia existen excepciones. Lo sentimos, pero hay vinos rosados, generalmente con algún tipo de crianza (lías o barrica) que se pueden consumir mucho más viejos. No son los más numerosos, por eso este consejo que hoy os traemos les puede servir. Para evitar retirarlo en caso de que el vino sea excesivamente viejo, deberíamos preguntar al sumiller o al camarero de qué añada se trata antes de ordenarlo. Esta misma situación la podemos reproducir en vinos blancos jóvenes, sin embargo hay matices que puntualizar.
¿Cuándo retirar un vino blanco joven?