En el Valle de Güimar, pocos elaboradores han explotado su lado más silvestre y “natural” quedándose a las puertas de un estilo sencillo y comercial, quizás por las reducidas dimensiones productoras de la zona y sus reducidísimas producción. A esto se une una escasa vocación exportadora. En el año 2019 (Guía Peñín 2020), el 100% de la producción de la DO se quedaba en el mercado nacional, y es más que probable que este mercado nacional se ciñese única y exclusivamente a las propias islas. A día de hoy las cosas no han cambiado mucho, el 99% se ciñe al mercado nacional frente a un tímido 1% de mercado internacional.
Los Pelados abre un diálogo abierto con la zona, sin la intromisión de elementos que pueden enturbiar la esencia del lugar. Por este motivo es un nominado a Vino Revelación con plenos derechos, porque marca el cielo al resto de bodegueros del lugar, con los argumentos zonales como protagonistas indiscutibles: suelo, altitud, variedad y respeto por la viña. Vinos de esta talla están destinados a conocer mundo pues hay consumidores que buscan estas singularidades y que pagan por ellas.