Las mejores burbujas del Cava en su nueva etapa

La familia Pujol-Busquets Guillén ha tenido el valor, y por qué no decirlo, la habilidad, de crear un espumoso con sello Cava que muestra un estilo diferente a lo que hasta ahora habíamos visto. Su Alta Alella 10 Brut Nature es el primer Cava 100% chardonnay en obtener una de las mejores puntuaciones del año, una demostración viva de que las uvas foráneas también puedes reflejar la identidad de un terreno y por supuesto el estilo de una casa. En este espumoso nos encontramos con un vino fermentado en roble y  con una crianza mínima de 10 años, casi nada. La cosa no queda ahí, Alta Alella Mirgin Exeo Evolució + 2005 es un gran ejemplo de cómo un Cava elaborado con maestría puede aguantar el envite del tiempo. Así es como podremos ver los efectos de una crianza muy larga a través de un vino que muestra todos los matices terciarios acompañados de una burbuja cremosa y placentera.

A Juvé & Camps se le debe el mérito de haber sido uno de los grandes embajadores del Cava. Sus espumosos han recorrido toda la geografía española y han mostrado el concepto de elaboración tradicional y asequible. Esta marca siempre ha sido un valor seguro y sus espumosos de alta gama están capacitados para abanderar el sello Cava de alto espectro. El mejor ejemplo de lo que aquí decimos lo tenemos en el Juvé & Camps La Capella, un vino 100% xarel.lo de la finca d’Espiells, una inmensa finca de 200 has. ubicada en el Alto Penedès y del que rescatan 7 has de un viñedo de 40 años de xarel.lo. De este Cava se elaboran poco más de 3.000 botellas.

Fundada por Pere Canals Ventura en 1999, esta bodega ha destacado con la elaboración de cavas de largo envejecimiento, especialmente con su Castell Sant Antoni Torre de L’Homenatge 2006, un ejemplo de una buena crianza y envejecimiento, y la demostración de la capacidad expresiva que tiene la evolución del vino de segunda fermentación en botella. Además, este excelente ejemplo se ejecuta con las tres uvas clásicas del Cava: xarel.lo, macabeo y parellada.

Pere Ventura es quien funda en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) las cavas que llevan su nombre. Este emprendedor del vino ha conseguido levantar un grupo bodeguero presente no solo en Cava, sino también en Penedès y Priorat y quien sabe si pronto también por otras zonas productoras relevantes.

Pere Ventura Vintage 2015 (xarel.lo y chardonnay) o Pere Ventura Tresor Anniversary 2017, han sido este año sus dos espumosos mejor valorados por el equipo y así ha sido por su capacidad de mostrar dos estilos diferentes, el primero de la mano de un vino de corte más moderno, con una importante presencia de chardonnay y el segundo por su aporte a la representación del estilo catalán, un xarel.lo, macabeo y parellada fresco, cítrico y con ricos matices de su crianza en rima.

Fundada en 1987, esta casa familiar cuenta ya con una segunda generación familiar al mando. Se trata de una bodega poco dada a la ostentación, siempre presente pero nada ruidosa. El mejor ejemplo del discurso que proyectan, elaboradores de vinos artesanales, lo encontramos en Rimarts Uvae 2008, un Cava con más de 80 meses de crianza en rima con generosos matices de frutos secos y de lías finas. Su boca es cremosa y posee una burbuja fina muy interesante y placentera.

La tercera generación de una familia de viticultores son los responsables de colocar entre los mejores del Cava a la bodega Parés Baltà, una casa de siempre ubicada en el corazón del Penedès. Esta familia volcada en los valores ecológicos y biodinámicos en sus proyectos vitícolas, consigue con suma facilidad mostrar vinos espumosos muy representativos y francos. La joya de la corona, al menos para nosotros, la encontramos en Parés Baltà Blanca Cusiné 2013, aunque tampoco se le quedan lejos su Parés Baltà Cuvée de Carol 2012 o el Parés Baltà Electio Xarel.lo 2018. Sin duda es una bodega que merece mucho la pena seguir a través de sus vinos.

Estamos ante una bodega “de toda la vida”, hasta  29 generaciones dedicadas al vino, según reconocen ellos mismos: “La familia Mestres, documentada en Sant Sadurní d’Anoia antes del 1312 como propietaria de viñedos y también como comerciantes de cereales y vinos, se ha mantenido vinculada al mundo vinícola durante 29 generaciones”. Se trata de una casa que nos entusiasma, pues elabora cavas de estilo tradicional, un concepto de Cava puro y limpio, especialmente volcado en el estilo propio del Penedès con sus uvas locales. Mestres es un ejemplo, al igual que lo supuso Recaredo antes de su salida de Cava, del concepto de vino más local y propio. Mestres Visol 2013, el único espumoso que este año hemos catado de esta casa es un buen ejemplo de lo que aquí decimos, pues muestra un carácter silvestre y herbal local muy interesante.

El Cava KRIPTA supuso una revolución en el mercado de los espumosos del Cava cuando se presentó a finales de los Setenta con su revolucionaria y singular botella. Este Cava nace de una mezcla de tres uvas procedentes de tres parcelas específicas: xarel.lo de Sant Sadurní d’Anoia, macabeo de Sant Pau d’Ordal y parellada de Sant Joan de Mediona. Si nunca ha probado este Cava ya es hora de hacerlo, su crianza de 8 años en botella con tapón de corcho le confiere sutiles y ricos matices oxidativos. Sorprende todavía su juventud a pesar los años que lleva de crianza, así que sospechamos que su capacidad de guarda será alta.

La gama Nuria de Claverol de esta casa del Cava es un ejemplo de cómo las casas más grandes son capaces de elaborar también espumosos memorables, y si no que se lo digan a Freixenet y Codorníu, capaces de hacer productos dirigidos a la gran masa, pero también espumosos de finura y elegancia orientados a un consumidor más gourmet. La familia Sumarroca trabaja más de 400 hectáreas de viñedo y elabora una gama de vinos espumosos amplia.

Núria Claverol Homenatge 2014, uno de nuestros favoritos, es un espumoso de un único paraje y de una única variedad, xarel.lo. Es capaz de trasladarnos a un lugar, algo que buscan muchos productores a través de sus vinos más representativos e icónicos. Su Núria Claverol Blanc de Noirs 2015, elaborado con la uva francesa pinot noir, es una muestra de una ideología inconformista y siempre dispuesta a encontrar nuevas formas de expresión, aunque algunas se salgan de la ortodoxia catalana