Tras mucho tiempo de ausencia volvimos a abrir las puertas a los eventos profesionales, lo que nos permitió reencontrarnos con el sector en un Salón de los Mejores Vinos de España que brilló como nunca antes habíamos visto. El salón cumplía su vigesimoprimera edición tras un año de parón por el COVID, el primer paréntesis de nuestra historia desde que se crease esta cita del vino español de calidad. Ya desde el mismo momento de la apertura de puertas de este encuentro vimos con claridad cómo todos necesitábamos volver a la normalidad del vino, a sus catas y a sus viajes.
También ha sido el año en que una gran parte de las catas de la Guía Peñín han quedado abiertas al público sin ningún coste para el usuario. La idea era reforzar el compromiso de difusión de las bondades del vino, sus zonas y variedades al gran público. Por este motivo decidimos abrir las valoraciones de las dos últimas ediciones catadas, dejando para nuestros usuarios premium las puntuaciones más actuales, así como el acceso a todo nuestro histórico, etc.
Este cambio ha sido francamente importante en esta casa, pues nos ha servido para acceder masivamente al público general, deseoso no tanto de los tecnicismos del vino, sino de acceder a él desde el lado más disfrutón. Además, este año, el término disfrutón con el que identificamos este lado más lúdico del vino ha sido aceptado oficialmente por la RAE, ¿será una señal de lo que ha de venir?.