La tercera edición del congreso internacional Wine Future 2021 ha llegado a su fin tras cuatro días de intensas charlas entre profesionales de muy diversas materias. Cerca de 100 panelistas participaron la semana pasada en un congreso que, por primera vez, ha tenido que trasladarse de un lugar físico, como ya hizo en Logroño y Hong Kong, a uno virtual, en medio de la pandemia que azota al mundo.
La obligación de hacer este evento como un encuentro virtual nos ha enseñando muchas más cosas de las que planteaba inicialmente el congreso. Los panelistas participantes tenían por delante la ardua tarea de afrontar muchos de los temas candentes en torno al vino y sus retos, como el efecto del Covid en el sector, las transformaciones en el consumo, el crecimiento de los obstáculos comerciales en el mundo, el cambio climático y sus efectos, la sostenibilidad en el vino…, en un formato de encuentros de 45 minutos, donde varios profesionales debatían entre ellos cada uno de estos temas.
Como es habitual en estos congresos, las expectativas son siempre mucho más ambiciosas que la realidad: dar respuesta a todos los temas de mayor trascendencia para el vino. Nadie se habrá sentido frustrado por no haber podido resolver los enigmas de las materias tratadas, nunca se responden del todo, y es que esto no ha sido lo más trascendente.
Capacidad de resolución de problemas
Termina Wine Future dejando tras de sí un importante puñado de enseñanzas muy valiosas. La más importante de todas es la capacidad que tiene el ser humano de resolver los problemas. Lo acabamos de ver recientemente con el descubrimiento en tiempo récord de varias vacunas contra el COVID. Los investigadores de medio mundo pusieron toda su inteligencia y conocimiento a trabajar de forma común para avanzar en el estudio del virus, haciendo posible lo imposible. Y para que todo esto pudiese ocurrir hacía falta una herramienta fundamental, la tecnología. Que haya sucedido algo así en torno a la salud mundial y en tan poco tiempo nos ha de permitir ver que también es posible transformar la realidad de cualquier otro sector.
Y así es como empezó este Congreso Internacional, con la posibilidad de llegar a cualquier rincón del mundo y de sentar a hablar a profesionales de diferentes materias, nacionalidades y perfiles. Y no sólo eso, sino también permitiendo que la gente pudiera presenciarlo y participar desde sus salones u oficinas, sin necesidad de viajar.