En España todavía hay muchas zonas productoras que se encuentran lejos de los focos mediáticos. Su conocimiento por parte del gran público se basa o en la proximidad o en la búsqueda a conciencia de los vinos de alguna de sus bodegas más relevantes, portavoces de la capacidad expresiva de sus zonas de origen.
Hoy en Guía Peñín acabamos de publicar las catas de más de 33 vinos de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana y 26 catas más de Vinos de la Tierra de Extremadura (IGP). Pero, ¿cómo son los vinos extremeños?, ¿a qué les debemos su estilo?, ¿qué uvas son las más interesantes para probar?
Para entender el estilo de los vinos de una zona es vital analizar su clima y sus suelos. En líneas generales, Extremadura cuenta con un clima mediterráneo, potenciado en algunas de sus subzonas por la influencia del clima continental. La denominación de origen Ribera de Guadiana cuenta con 6 zonas productoras diferenciadas, si bien, a pesar de sus diferencias no es habitual encontrar en sus etiquetados mención alguna, por lo que es imposible para nosotros hacer una distinción aromática y gustativa en función de la procedencia de las uvas. Una pena si tenemos en cuenta sus diferentes suelos, altitudes e influencias climáticas.
Seis subzonas diferenciadas
Las seis subzonas registradas dentro de la denominación de origen se llaman: Tierra de Barros, Matanegra, Ribera Alta, Ribera Baja, Montánchez y Cañamero. En ellas uno puede encontrar diferentes regímenes de altitud y suelos. Por ejemplo, en la zona más cultivada de la D.O. Tierra de Barros tenemos unos suelos arcillosos rojizos, conocidos allí como barros, pues la zona con la lluvia se convierte en un barrizal casi impracticable. Allí, la altitud media se encuentra en los 524 metros s.n.d.m.
Matanegra, que cuenta con unos suelos similares a Barros, se encuentra a una mayor altitud, 638 metros. La llanura de la Ribera Alta, una zona comprendida entre las Vegas del Guadiana, las tierras llanas de la Serena y Campo de Castuera, se enlazan en la parte oriental con las Vegas Altas, y la Tierra de Barros. Allí los suelos son arenosos y la altitud llega hasta los 427 metros. Cañamero y Montánchez, ambas en la provincia de Cáceres, son las zonas de mayor altitud, 849 y 638 metros respectivamente, con suelos que van de las pizarras a los granitos, dos ingredientes que pueden dar muy buenos resultados en los vinos.
¿Qué tipos de uvas se trabajan allí?