Por tres años la bodega familiar Pazo Señorans ha coqueteado con conseguir ser el mejor vino blanco del año, siempre con su vino Pazo Señorans Selección de Añada, primero en su cosecha 2007 (Guía Peñín 2015 - 98 puntos), después con su 2008 (Guía Peñín 2017 - 98 puntos) y finalmente con su 2009 (Guía Peñín 2018 - 98 puntos). Y lo ha hecho hoy con un vino que supuso una ruptura no sólo en la zona de Rías Baixas, sino en el entorno productor español. Su vino Selección de Añada es una apuesta por el envejecimiento de los blancos gallegos, un vino capaz de aguantar el envite del tiempo y de ganar expresión en este trayecto.
Hoy por fin la bodega pontevedresa lo ha conseguido con su soberbia añada 2011, que muestra suelo, entorno y, como no, la mano del hombre a través de un estilo que ya es propio por derechos adquiridos. Este Pazo de Señorans ha sido un flechazo sin paliativos para el equipo de cata, un vino que recuerda los suelos graníticos de sus viñas, donde se aprecian toques de laurel, de lías y de hidrocarburo como los hacen los grandes blancos del mundo.
Más allá de cualquier literatura en torno al término “Bota NO”, su creador Gabriel Raya reconoce que se trata simplemente de una bota donde se escribió con tiza el NO, con el ánimo de que nadie la tocase bajo ningún concepto. Ahora entendemos por qué. Su cata fue arrolladora, posee una concentración extrema que arrastra consigo infinidad de matices, son vinos complejos y complicados, pero que dan muestra de la magnitud que pueden tener muchos vinos generosos en Jerez.