Múltiples bodegas abren sus puertas para acercar el mundo vitivinícola a todos y atraer nuevos consumidores, haciéndoles partícipes de parte del proceso de elaboración de los vinos, como la vendimia tradicional e incluso del placentero pisado de uva.
El vino hace tiempo que ha dejado de ser una simple bebida para convertirse en un producto experiencial y, como no, vinculado al campo, a los espacios abiertos y libres. Volviendo a las técnicas tradicionales y buscando el acercamiento a la producción vinícola, bodegas de toda España ponen a disposición del público la participación en el proceso de vendimia con la intención de convertirlo en una experiencia que ayude a comprender el valor del proceso de elaboración del vino, además de ofrecer un plan alternativo para todos los públicos, desde los más jóvenes a los más adultos; pero, sobre todo, a los menos entendidos del sector.
El pisado de uva recupera su esencia ancestral y cultural, con un carácter simbólico, ritual y festivo de total vigencia en los tiempos que corren, al menos para las bodegas más artesanales. Se trata de un momento de celebración, la culminación de una cosecha, el fin del trabajo de todo un año. Pese a que cada región tiene sus peculiaridades, todas coinciden en que lo ideal es comenzar a pisar desde el centro del lagar hasta los extremos. Además, se sabe que la pisada daba mejores resultados si se realizaba a un determinado compás, por lo que en muchos lugares se añade música acompañada de cantos y coplas que reciben el nombre de “el cantar de la vendimia”.