Solo un cabernet sauvignon en el podio de la Guía Peñín
Es interesante ver que tan solo un monovarietal de cabernet sauvignon ha conseguido posicionarse en el Podio de la Guía Peñín en los últimos años. Este fenómeno nos indica que, a pesar de ser una variedad noble, con grandísimos atributos enológicos (color, aroma, tanino y acidez), no consigue brillar de la misma manera que lo hace en su tierra natal, Burdeos, o incluso en los mejores pagos de Chile y California, donde alcanza niveles de excelencia únicos. Resulta también relevante ver cómo la cabernet sauvignon aumenta sus niveles cualitativos cuando reduce su porcentaje en la mezcla. Por ejemplo, la podemos ver en vinos de Podio, en elaboraciones tan señeras como El Nido (96 puntos - 70% de cabernet sauvignon), o en vinos que rozan la perfección como en aquel Viña Sastre Pesus 2011 que alcanzó los 97 puntos y que tan solo contenía un 10% de cabernet, o el Vega Sicilia Único 2011, donde a día de hoy la podemos encontrar en tan solo un 5%.
Los elaboradores de España se han dado cuenta de que esta variedad es más valiosa como acompañante que en solitario, pues es capaz de completar alguna deficiencia enológica del resto de variedades, completando el hueco de forma magistral gracias a su imponente personalidad, y sobre todo por la acidez y un carácter que aporta frescura al conjunto.
Los mejores de las catas 2020
Si acudimos a los cabernets mejor valorados en la última edición de la Guía Peñín, podemos observar una ligera bajada de puntuación. Esto puede deberse a que algunos de estos vinos que brillaban hace seis años han dejado de elaborarse, precisamente en un momento en el que lo de fuera parece no tener cabida en la nueva política viticultora. Con todo, sigue habiendo buenos ejemplos de esta casta, aunque nos hubiera gustado poder degustar más vinos de Podio 100% cabernet.