Parte de esta singularidad de Oxer procede de su particular filosofía de trabajo, que se centra en el respeto máximo por la singularidad y la ecología en el viñedo, donde pone en práctica la agricultura regenerativa y los tratamientos biodinámicos. Si a todo este trabajo en campo le sumamos la mínima intervención en la bodega, nos quedan vinos singulares que se salen de los estereotipos zonales para mostrar matices con bastante personalidad, todo claro está, con los límites del buen conocimiento enológico, saliéndose de extremismos y vinos “naturetas” límite.
Si bien fue Txakoli y posteriormente la Rioja Alavesa donde puso Oxer los pilares de su interesante proyecto, ha sido en tierras toresanas, aunque fuera de D.O., donde su nuevo vino Kuusu nos ha mostrado un perfil tan alto, tan distinto y rupturista como para ser merecedor del galardón a Vino Revelación 2023. Para que se entienda mejor el por qué de este reconocimiento, lo primero que habría que hacer es lanzar la siguiente pregunta: ¿Cómo describirían un vino de la zona de Toro? Es más que probable que ante esta pregunta muchos lectores respondiesen que hablar de esa parte de Castilla es hablar de vinos con una capa muy alta, mucho cuerpo y con la presencia de una fruta negra madura e incluso golosa. Vinos que podrían abrumarnos en boca con un tanino marcado y una madera generosa.
Estas líneas bien podrían responder al estilo imperante en la D.O., por supuesto con algunas notables excepciones donde la fuerza queda atada y controlada por sus elaboradores de una forma magistral. Sin embargo, Kuusu 2020 es un vino que, dentro de un arquetipo de corte mesetario, es elegante, fresco, rico en fruta roja, flores y hierbas silvestres. Un vino que domina la boca de un vino continental pero manteniendo muy bien la acidez y los matices frutales.