De este vino se han elaborado 9.219 botellas y su precio de venta al público estará en torno a los 27,5 €. Como no podía ser de otra manera, este vino es embotellado como Vino de Mesa.
La base de este proyecto no es hacer vinos representativos de albariño, treixadura o caiño sino, como dice Gutier, “hacer vinos de más entidad”. Este es, según desvela su creador, un proyecto que quiere estar por encima de las personas, “es un proyecto para una región y que me gustaría no estuviera atado a un nombre”, palabras que nos revelan un proyecto sólido y de gran energía vital. Los vinos se elaboran en una bodega rehabilitada de los años Cincuenta hecha por canteros y que cuenta en su interior con todas herramientas que, a juicio de su creador, ayudan a trasladar la identidad del lugar al vino, como los foudres austriacos para fermentación y crianza o los depósitos de hormigón para la crianza, crianza entendida como un proceso de estabilización, no de aporte, una forma de estabilizar el vino para que se haga longevo.
Mixtura 2019 abre una nueva línea de trabajo para todos aquellos que buscan centrarse en el verdadero entorno, climático, edafológico o varietal y que, olvidándose de las barreas políticas ya impuestas, buscan una forma de trabajar libre y sin ataduras de ningún tipo. El proyecto busca crear elaboraciones que se mantengan vivas y expresivas a lo largo del tiempo, por lo que será interesante ver el concepto de añada en cada elaboración y, si tenemos espacio y paciencia, reservar alguna botella durante unos años.
Nos encanta ver cómo florecen nuevas formas de entender el vino y cómo con cada una de ellas se abren otras nuevas vías de actuación. Seguiremos de cerca todo lo que esta bodega nos ha de mostrar en el futuro. De momento ya es por derecho propio el Vino Revelación de la Guía Peñín 2022.